Fue un novedoso certamen musical, con artistas de gran prestigio nacional, como Julián Elvira, compositor e intérprete para flauta clásica y electrónica, Optasax, cuarteto de saxofones compuesto por músicos de la guardia de Su Majestad El Rey, y así hasta 6 actuaciones.
La principal pretensión de este novedoso ciclo fue el conjugar música y patrimonio. Cada concierto se celebró en escenario distinto de la histórica ciudad de Huete, dando relevancia a cada monumento y ensalzando el Arte en su máxima expresión (mediante el arte musical se valora y contempla el arte arquitectónico, con una relación de estilo artístico entre ambos).
Entre los lugares elegidos estuvieron el ábside de Santa María de Atienza del siglo XIII, la iglesia del antiguo Monasterio de Santa María de la Merced del siglo XVII, el claustro manierista del convento de Jesús y María, la ermita de San Gil de finales del XVIII, la iglesia Real de San Nicolás de Medina, de principios del XVIII, y las bodegas Calzadilla.
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